267931_351908641590200_1295614503_n

Cómo controlar la mente para adelgazar

¿Distinguimos entre hambre y apetito? ¿Qué pasa cuando estamos llenos y seguimos comiendo? El apetito es más un deseo de consumir un determinado alimento ¿Nos dejamos llevar por él?

¿Hambre o apetito? ¿Para qué sirve la comida? La respuesta más rápida y sencilla sería decir para nutrirnos, pero ¿es esta su única función? Mediante la comida nos socializamos con otras personas, sentimos placer…determinadas sensaciones que hacen que llevarnos ese bocado a la boca sea todo un deleite.

 

¿Podemos distinguir entre hambre y apetito? Aunque sean palabras utilizadas por muchas personas como sinónimos no lo son. El hambre es la sensación de necesidad de alimento. En cambio, el apetito podríamos definirlo como el deseo de comer un determinado alimento.

El mecanismo del hambre es un complicado proceso donde se ponen en marcha diferentes sustancias químicas que regulan dicha sensación. Pero ¿qué pasa aún cuando por ejemplo, estamos llenos y comemos? ¿Es realmente hambre lo que sentimos? O ¿Nos dejamos llevar simplemente por las sensaciones?

Cuando comemos algo que nos gusta se liberan unas sustancias que activan determinadas zonas del cerebro relacionadas con el placer. Se crea entonces la memoria sensorial. Así pues, cada vez que sintamos, por ejemplo, un determinado olor, el cerebro activará esta sensación placentera despertándonos las ganas de comer.

La química del cuerpo y los factores ambientales juntos influyen no sólo en cuándo sentimos hambre sino también lo hacen en qué tipos de alimentos tenemos ganas de comer para obtener la sensación de placer. Así pues, podemos decir que la comida se ha ido poco a poco relacionando de una forma inconsciente con otras experiencias que estimulan sensaciones de diversión, celebración, placer…a diferencia del simple hecho de nutrir nuestro organismo. No debemos olvidarnos que somos también seres que funcionamos por hábitos.

Un sencillo ejemplo. ¿Cuántas veces no se nos ha despertado el hambre con el simple hecho de mirar el reloj? Podemos estar tan tranquilos haciendo una actividad sin presentar hambre pero, de repente, el reloj nos indica que es hora de comer! O bien el comer delante de la televisión con un determinado programa, o cuando estamos aburridos, o visitar la nevera cada vez que visitamos la cocina… A todas estas situaciones estamos expuestos cada día y son las que pueden hacernos ganar algún que otro kilito de más.

Con ayuda profesional se puede aprender a diferenciar estas situaciones que nos hacen comer sin hambre, ya sea por emociones o rutinas. A través del aprendizaje de herramientas para mantener una alimentación sana, equilibrada, variada y atractiva sin carencias nutricionales.

 

 

 

Fuente de referencia consultada para este artículo:

http://psicopedia.org/864/estres-comida-y-emociones-una-combinacion-peligrosa/

Leave Your Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *